Implantes cerebrales para recuperar la visión por medio de pruebas basadas en la estimulación de neuronas
¿Podrá una persona ciega ver gracias a un implante cerebral? Es esa la pregunta que muchas personas ciegas o con problemas de visión se plantean frecuentemente y, afortunadamente, se está investigando activamente para dar con la respuesta.
El pasado sábado 26 de febrero se estrenó este reportaje grabado por RTVE en las instalaciones del equipo de neuroingeniería biomédica del Instituto de Bioingeniería de la UMH para el programa de la 2 Para Todos La 2, centrado en el interés social y en la participación ciudadana. Asistimos a la explicación del Director del Grupo de Investigación y catedrático Eduardo Fernández quien nos cuenta la naturaleza de este implante cerebral y su finalidad. Nunca antes se había empleado este innovador sistema en una persona ciega y los resultados han sido favorables a la investigación.
La usuaria encargada de utilizar por primera vez este implante fue Bernadeta Gómez, bióloga y amante de la ciencia de 57 años con una clara postura a la hora de prestarse como voluntaria en proyectos tan ambiciosos como este . Gracias a este sistema se ha conseguido que la usuaria sea capaz de percibir formas, colores e incluso rostros. El microchip consta de cien microelectrodos de 1’5 milímetros de longitud cada una y se coloca cerca de las neuronas del cerebro con las que se quiere comunicar y cuya finalidad es la de activar la visión.
Como bien destaca el profesor Fernández «la visión no se percibe por los ojos, sino por el cerebro» por lo que para conseguir sus objetivos, lo que se debe estimular es el cerebro. Cada prueba está diseñada para conseguir unos objetivos concretos, como por ejemplo el casco de electrodos. el cual registra la actividad del cerebro y de los músculos. Actualmente se está desarrollando un sistema inteligente capaz de adaptarse a la situación personal de cada individuo a través de un aprendizaje previo, no obstante, se procura establecer unas pautas genéricas que sean susceptibles a las diferentes realidades.
Otro ejemplo de prueba para la recopilación de datos que se lleva a cabo dentro de las instalaciones del Instituto, sería las realizadas dentro del Street Lab., un laboratorio que recrea escenarios cotidianos de la vida real, como pudiera ser una parada de autobús o un cajero automático. En él, se pide al voluntario invidente que realice varias acciones con la finalidad de observar sus reacciones y recopilar datos esenciales para evaluar la intensidad de la estimulación que se requiere en una zona concreta del cerebro.
Investigadores y científicos españoles llevan décadas buscando soluciones para mejorar la calidad de vida de personas con ceguera o con discapacidad visual. Este sistema revolucionario se consolida como uno de los pioneros a nivel mundial, no obstante, se sigue trabajando día a día para lograr nuevos avances que logren eliminar barreras y enriquecer su capacidad de comunicación.